martes, 23 de noviembre de 2010

Novela: Un hombre que duerme

Un hombre que duerme
Georges Perec
Impedimenta. 136 p.

Sin duda Un hombre que duerme (1967) es una de las mejores y singulares novelas del escritor francés Georges Perec, autor al que le gusta jugar con los recursos lingüísticos y de un riquísimo vocabulario.

En Un hombre que duerme un narrador omnisciente -casi un director de orquesta- nos narra o dirige a los lectores los pasos de un joven estudiante que un día decide no asistir a sus exámenes y dejarse al abandono, deambular por las calles de París y distanciarse de toda realidad, recluyéndose en sí mismo y no atendiendo a más razón que a su apatía. Esta dejadez la adopta como forma de vida alternativa que nos refleja en algunos de sus pensamientos y reflexiones durante toda la obra.

Hacia el final de la novela, el narrador deja su papel descriptivo y reprocha ámpliamente al protagonista su postura indolente ante la vida. Este fragmento así lo refleja:
No has aprendido nada, salvo que la soledad no enseña nada, que la indiferencia no enseña nada: era un engaño, una ilusión fascinante y con trampa. Estabas solo y ahí estaba todo y querías protegerte; que entre el mundo y tú los puentes se suprimieran para siempre.”

1 comentario:

Yolanda dijo...

No puedo dejar de recomendar "La vida instrucciones de uso", como macroorquesta de la vida cotidiana, narrativa del puzzle, como el propio Perec nos cuenta en el prólogo e insiste a medio camino. De lo micro a lo macro...